Rumbo a los 400 años
DÁMASO A. LARRAÑAGA Y VILLA SORIANO
Antes mencionemos trabajos publicados provenientes de Argentina que sitúan a Sto. Domingo Soriano en la Banda Oriental y con fundación en 1624, según estudios en base a documentos.
DANIEL CONLAZO
“Los indios de Buenos Aires” es el libro de Daniel Conlazo. Dice: “Santo Domingo Soriano – 1624 – en la desembocadura del río Negro, Banda Oriental”. También nombra a San Francisco de Olivares (primer nombre de Villa Soriano) y San Juan de Céspedes en 1628 en la Banda Oriental, según documentos de la época que menciona.
FLORENCIA CARLÓN
Florencia Carlón en “El despertar de la frontera sur pampeana, segunda mitad del siglo XVII”, publicado en la Revista de Arqueología Histórica Argentina y Latinoamericana (año 2007) dice: “1677, Gobernador Robles, Cacique Bravo y 30 indios de chusma: relocalización en la reducción de Santo Domingo Soriano (Banda Oriental)”
Agrega: “1686, Gobernador José Herrera y Sotomayor, “200 indios de todas las edades y sexos”, relocalizados en la reducción de Sto. Domingo Soriano”. Menciona su fuente: Archivo General de Indias de Sevilla.
CARLOS PAGE
En nota anterior ya habíamos mencionado al historiador Carlos Page (publicación de 2014) confirmando la ubicación de Soriano en la Banda Oriental cuando se preparó el ataque español a Colonia en 1680.
Es grato saber que desde Argentina lleguen estos tres estudios, basados en documentación, que respetan nuestra historia.
LA VISITA A SORIANO DE LARRAÑAGA
Dámaso Antonio Larrañaga (1771-1848) escribió el “Compendio del idioma de la nación chaná” (1813) y decía: ““la nación chaná tiene más de dos siglos de reducida al gremio de la Sta. Iglesia y de cuyas agonizantes generaciones apenas existen unas tristes reliquias en la Parroquia de Santo Domingo Soriano sobre la costa meridional del Río Negro en esta Banda Oriental”. Números claros, más de dos siglos de reducción nos sitúa a principios del siglo XVII, por lo menos, confirmando 1624.
En su visita a Sto. Domingo Soriano (1815) Larrañaga escribió: “A las ocho y media procuré por el Sacristan que se abriese la Iglesia y para poder celebrar: el entrar en este templo me sentí poseido de un respeto y devocion extraordinarios al considerar que este fue el primer lugar consagrado al Dios verdadero en esta nuestra Provincia Oriental, Matriz de toda esta campaña, y que aun disputa su vecindario la antigüedad a Buenos Aires, aunque los más convienen ser fundación treinta años posterior solamente”. Según la tradición oral recibida por Larrañaga hablamos de una fundación de la reducción 30 años posterior a la segunda fundación de Buenos Aires en 1580, o sea hablamos de 1610.
“Aumentaba mucho más mi devoción por haber oído la noche anterior algunas devotas tradiciones que conservaban algunos respetables ancianos descendientes de los chanás una pequeña tribu de las muchas naciones que poblaban esta banda. Por varias conversaciones que tuve con esta buena gente, deduje: que un religioso de la Orden de Predicadores (cuyo nombre no pude averiguar algunos dicen se llamaba Fray Agustín) en virtud del instituto de esta orden había pasado a esta banda y predicado el Evangelio a la grande y belicosa nación de los charrúas, y que aunque al principio fue bién recibido, luego lo abandonaron y que sabido por esta pequeña nación de los chanás sus enemigos ellos mismos espontaneamente buscaron al misionero apostólico y se convirtieron al verdadero Dios: fundaron su pueblo un poco distante de donde está hoy; pero perseguidos por los charrúas se retiraron a las islas y aún allí eran molestados, hasta que aumentando sus defensas pasaron a fundarlo en este lugar, rodea este lugar, rodeando el templo de una gran estacada a donde se refugiaban a qualquier alarma...”
Estos escritos de Larrañaga son coincidentes con los de Andrés Oyarvide en 1801 cuando entrevistó a un indio chaná de más de cien años. Ambos confirman la historia de la población y el devenir del pueblo chaná. Demuestra Larrañaga además la manera de ser del chaná que deseaba vivir en paz. Podrá haber diferencias en algunos años pero Dámaso A. Larrañaga confirma la antigüedad de Villa Soriano y la nombra siempre en la Banda Oriental.
También escribió: “después de misa dimos una vuelta por el pueblo, que aunque me pareció menor que anoche, no por eso deja de ser tan bueno como Mercedes, ni encuentro motivo para que se le quiera despojar de las prerrogativas que le competen como Parroquia Matriz tan antigua... he encontrado personas muy ancianas, la buena agua, leña y buen puerto más cercano que el de Mercedes, creo sean motivos bastantes para que se le mire con respeto y más consideración que hasta el presente”.
Para la “Parroquia Matriz tan antigua” lo mismo pido hoy, respeto a la historia de Villa Soriano.
Federico Marotta
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