HISTORIA DOCUMENTADA DE VILLA SORIANO

Este blog difunde el libro "Los Indios Mansos de la Banda Oriental -Santo Domingo Soriano, documentada", autoría de Wilde Marotta Castro y publicado en 2001. Más de veinte años de investigación y basado en documentación queda confirmado plenamente que Villa Soriano inició su proceso fundacional en 1624, siendo la población más antigua de Uruguay y que siempre estuvo asentada en territorio de la República Oriental del Uruguay. También aportamos nueva documentación. Puedes acceder al libro en www.villasoriano.com .

jueves, 5 de mayo de 2022

VILLA SORIANO EN 1680 - LA PRESENCIA PORTUGUESA EN EL RÍO DE LA PLATA

Villa Soriano en 1680 vive una etapa histórica al recibir un ejército de más de 3.000 personas (mayoritariamente indios) con el propósito de atacar Colonia. Esta etapa histórica y sus documentos confirman, una vez más, la ubicación siempre oriental de Villa Santo Domingo Soriano, como siempre desde su fundación en 1624.



Diario "Crónicas" de Mercedes, Soriano, Uruguay

 

Rumbo a los 400 años

                                                                   VILLA SORIANO EN 1680

La presencia portuguesa en el río de la Plata en 1680 confirma, según documentos, la ubicación siempre oriental de Santo Domingo Soriano. Bien podría considerarse otro pasaje enorme de Villa Soriano la recepción de un ejército de más de 3.000 personas, mayoritariamente indios de las reducciones del alto Uruguay, con el propósito de atacar Colonia.

Los intentos vía diplomacia no dieron sus frutos y el encuentro español-portugués en un barco lusitano volvió a poner en evidencia la acusación mutua en cuanto a la falsedad de los mapas presentados. Portugal aseguraba estar en tierra suya y España lo contrario. Se vendría el ataque.

Manuel Lobo decía que “no podía retirarse hasta tener órdenes de su príncipe (portugués) y que venía a hacer población...” a lo que el Gobernador de Buenos Aires Joseph de Garro “envió órdenes a las ciudades de Corrientes y Santa Fé de la Veracruz para que de una saliera Antonio de Vera Mújica (S.Fé) con 300 hombres y con 50 caballos y de otra con 80 hombres pasase el Maestre de Campo Juan Arias de Saavedra a las doctrinas de dichos Padres y el Maestre de Campo Antonio de Vera Mújica con esta gente y 3.000 indios hiciesen alto junto a la doctrina de Santo Domingo Soriano, la última de los parajes donde se intentan hacer dichas poblaciones...”: “Historia Cía. de Jesús”. Dicho de otro modo el documento sitúa a Soriano en la banda oriental como “última de los parajes donde se intenta fundar Colonia del Sacramento.

En nueva Carta del Gobernador José de Garro al Rey, fechada en Buenos Aires el 29 de mayo de 1680: “... y así dichos yndios son merecedores que se les recompense su lealtad como a Vasallos cuidadosos en el real servicio, y de quienes se espera en adelante iguales diligencias; siendo la de mayor crédito el desempeño de los tres mil yndios que de dichas Doctrinas han bajado al Río Negro, para que con la demás gente española que está prevenida...” Este documento se transcribió en el libro de Jaime Cortesao “Tratado de Madrid, antecedentes, Colonia del Sacramento, 1660-1749”. Los 3.000 indios “han bajado al Río Negro” y se confirma la ubicación oriental de la actual Villa.

AZAROLA GIL

Luis Enrique Azarola Gil en “Los Maciel en la historia del Plata” confirma: Maestre de campo Alejandro de Aguirre. En una información de servicios instruida en abril de 1702 y cuyos documentos originales se custodian en el Archivo Histórico Nacional de Chile: “concurrió al asedio y toma de la fortaleza del Sacramento en 1680 con el tercio correntino incorporándose al ejército hispano-guaraní, en la costa del Río Negro y Santo Domingo Soriano donde en fecha 6 de junio Vera Muxica le expidió el título de Capitán de caballos, cuyo original se halla en el legajo arriba citado”.

DA COSTA REGO MONTEIRO

“A Colonia do Sacramento” de Jonathas da Costa Rego Monteiro, s/doc. Conselho ultramarino, también confirma: “En marzo de 1680 comenzó la movilización española con la partida de las primeras fuerzas, los de Santa Fé el 9 de marzo y los de Corrientes el 20, que después de penosa marcha terrestre atacados continuamente por los charrúas y minuanos, el 30 de mayo reuniéronse en las proximidades de Santo Domingo Soriano en las márgenes del Río Negro, con el contingente venido de Buenos Aires, y los tapes llegados al comando del Cap. Simón de Toledo y los Padres”.

CARLOS PAGE

“Los guaraníes bajaron por el río Uruguay hasta el río Negro donde se hallaba el real en la reducción de Santo Domingo Soriano” en “La presencia de los jesuitas en Colonia del Sacramento” editado en 2014, por Carlos Page, doctor en historia, miembro del Consejo Científico de la Sociedad Internacional de Estudios Jesuitas.

LA OPERACIÓN MILITAR DURÓ MESES

Los documentos del Archivo de Indias narran ese viaje por tierra y agua. Todos debían concentrarse en Sto. D. Soriano.

“De Itapúa debían bajar 190 indios, de Candelaria 200, Santa Ana 85, San Ignacio 150, Loreto 155, Corpus 60, San Carlos 235, San José 90, San Miguel 235, Mártires 80, Santa María 235, San Javier 160, Concepción 275, Santo Tomé 275, Asunción 150, Reyes 150. Los indios a caballo debían ir armados de lanzas, adargas, macanas, capacetes y espuelas. Los de a pie con flechas, arcos, piedras, macanas, machetes y rodelones. Los flecheros de dos arcos, cuatro cuerdas y 30 flechas. Los pedreros han de tener cada uno por lo menos 30 piedras, una docena de hondas, una macana y un cuchillo. De cada pueblo saldrían seis desjarretaderas, 30 cuñas y otros tantos machetes. De cada 100 indios se ha de hacer una compañía de a pie con capitán, alférez, dos sargentos, caja de guerra, su bandera. Las compañías a caballo constarán de 50 soldados con capitán y teniente, estandarte, clarín, chirimía o corneta. Los oficiales de guerra llevarán sus insignias. Los indios llevarán pingollos, pífanos o flautas con que se animen a la guerra. De cada doctrina se escogerán 16 indios, los mejores que manejen los arcabuces. Cada pueblo ha de dar dos balsas de palas y esteras y mucha comida para los indios en maíz, trigo tostado hecho harina y en grano, frijoles y un buen saco de bizcocho para los enfermos. Cada pueblo dará a sus indios la hierba necesaria a razón de 12 arrobas por cada 100 indios, de cada pueblo el tabaco que se pudiere, enfermeros en cada pueblo y medicinas ordinarias, ventosas, lancetas, paños, sal, cuchillos para foguear, azufre, ajos, piedra de San Pablo, miel de abejas y 12 hamacas por lo menos, para los enfermos. Para cada soldado de a caballo se han de asignar tres cabalgaduras: una mula y dos caballos. Se señalarán los sacos de comida y se pondrá el nombre del pueblo donde sale. Los Padres curas alistarán los soldados que les tocan y le enviarán los nombres de ellos, con la firma del Padre, para que él las entregue al Padre que ha de cuidar de todos los indios y al principio de la lista el nombre del cabo”, “Historia de la Compañía de Jesús”.

La operación militar se desarrolló con éxito para el español que, gracias a la valentía indígena y superioridad en número, toma Colonia. “Se dio la batalla y el avance el día 7 de agosto (1680) al amanecer y en el término de casi una hora quedó el fuerte y lo demás edificado por el portugués en poder de los españoles. Murieron en este asalto y toma más de 125 portugueses, quedando prisioneros 150 y 6 mujeres y entre ellos algunos heridos. De los españoles murieron 5 soldados y 31 indios, quedando heridos 11 y 104 indios...”, “Hist. Cía. de Jesús”.

La puja diplomática por Colonia continuaría y Portugal la recupera pero una nueva concentración militar española se repetiría en 1705, recibiendo Villa Soriano esta vez un ejército de más de 5.000 personas.

No fueron hechos de nuestra revolución libertadora, por ello no tiene ese valor histórico que en otras circunstancias se le pudiera dar.

Pero sí vale la pena destacarlo pues lo de “muy noble, leal y valerosa Villa”, título otorgado por la Corona Española en 1802 tenía motivos sobrados. Por otra parte los documentos y más historiadores aquí citados confirman la presencia de Villa Soriano en tierra oriental del río Uruguay en 1680, como siempre desde su fundación en 1624.

Federico Marotta


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