Documentos del Cabildo de Villa Soriano se incendiaron en 1846. Ordoñana los buscó y es así que tuvo correspondencia con Eduardo Fregeiro, Tomás Villalba, Hipólito Marfetán y Carlos Gramond. Esos documentos pudieron haber sido más esclarecedores de la historia de Villa Soriano.
ORDOÑANA-FREGEIRO
“Mercedes, enero 4 de 1857.
Mi estimado Ordoñana:
En la Adelaida le mando el cajón con los papeles viejos de Soriano que le prometí y además otro legajo con pergaminos que me entregó el señor Stodart.
Don Germán Plaza, siendo Alcalde ordinario, hizo un desparramo, así es que no sé que rumbo tomarían otros papeles que vinieron de Soriano.
Pancho Varsi lleva encargo de tocar en esa a la vuelta, para traer los libros que me ha ofrecido.
Con recuerdos a Porrua, usted mande a su affmo S.S. y amigo
J. Eduardo Fregeiro”
ORDOÑANA-VILLALBA
“Señor Don Tomás Villalba
Muy señor mío y amigo
Por lo que importa a la historia de la República, me permito suplicar a usted se sirva decirme, en contestación a ésta carta, si es cierto que en 1848, habiendo usted tomado posesión del cargo de autoridad superior de Soriano, encontró usted el archivo de aquella histórica población desparramado en las pulperías y que procedió a reunir y ordenar todo lo que pudo hallarse, depositándolo en poder del señor don Sebastián Britos como el vecino y persona más seria de aquel Departamento.
Perdone usted la molestia que le ocasiona S.S.Q.B.S.M.
D.Ordoñana
Rural, julio 2 de 1883”.
“Señor don Domingo Ordoñana
Muy señor mío y amigo
El hecho que me recuerda usted, después de tantos años pasados, es perfectamente exacto. Recuerdo igualmente que el señor don Sebastián Britos restituyó a la autoridad civil, luego que fue restablecida, todos los documentos y papeles que se habían recogido. Dudo, sin embargo, que fueran todos los que pertenecían al archivo de Soriano y aun esos mismos es de notoriedad que fueron explotados sin piedad después de la guerra, por los compiladores de noticias históricas y muy especialmente por la nube condensada sobre aquel Departamento, de los interesados en asuntos de tierras pertenecientes a la extensa y rica jurisdicción del extinguido Cabildo de Soriano.
La dispersión y saqueo de los archivos públicos no fue, como a usted debe constarle como testigo presencial de muchas cosas, un hecho peculiar al pueblo de Soriano, sino común a todos los de la campaña a causa de las vicisitudes y desórdenes consiguientes a la guerra civil y muy particularmente al desalojo violento y a las espugnaciones alternativas de los principales pueblos.
Por grandes, sin embargo, que hayan sido las pérdidas causadas afuera por esas causas, no pueden equipararse a las que, con menos motivos, han sufrido los depósitos públicos de la capital, antes de la guerra grande, durante ella y después que terminó, causando asombro las explicaciones que se dan, por los más interiorizados en esa materia respecto a los archivos del Fuerte, del General, del Cabildo y Contaduría de Censos y aún de la misma Colecturía en tiempos no muy lejanos.
Contesto a su carta sólo por deferencia hacia usted y en interés del objeto que me indica, pues por lo demás estos asuntos me causan una impresión desagradable y quisiera poder olvidar completamente todo lo que a su respecto sé y he tenido motivos especiales para saber.
Suyo afectísimo.
Tomás Villalba
s/c Julio 3 de 1883”.
ORDOÑANA-MARFETÁN
“Señor don Domingo Ordoñana
Soriano, agosto 4 de 1883
Mi apreciado amigo:
Contestando sobre lo que usted desea saber le diré: que en este punto no existe nada del antiguo archivo perteneciente al extinguido Cabildo de Soriano, pues los restos salvados del naufragio de la Guerra Grande que terminó en octubre del 51, fueron llevados a Mercedes y depositados en el Juzgado Ordinario o en la Junta Económica del Departamento.
Ignoro si existen los preciosos pergaminos a que usted hace referencia, pues según nos ha referido don Raimundo Viejas, un negro llamado por apodo Buceta, esclavo de doña Carmen Britos, madre de don Sebastián, fue el inmolador de la mayor parte de los expedientes que robaba y vendía en las casas de negocio para envolver yerba y azúcar. Esta es la noticia verídica de lo sucedido; por mi parte siento no poder transmitirle los antecedentes que usted desea, pero si en algo más puedo serle útil desde este destino, orden como guste a su servidor que retribuye finos recuerdos para su recomendable señora, a quien como a usted deseo la mayor felicidad.
Hipólito Marfetán”
ORDOÑANA-GRAMOND
“Mi apreciado amigo
Le envío a usted los papeles que le prometí y que se los regalo porque no los necesito, porque ya soy muy viejo para ocuparme de esas cosas.
Entre esos papeles hay unos del Antiguo Archivo de Soriano y de Capilla Nueva y otros que recogí en Paysandú cuando se incendió aquel pueblo y su Iglesia el año 39.
Con recuerdos para el señor Porrua, usted orden a S.S. y amigo.
Carlos Gramond
Mercedes, noviembre 12 de 1858”.
Todo lo anterior escrito ha sido extraído de “Conferencias sociales y económicas de la República Oriental del Uruguay con relación a su historia política” de Domingo Ordoñana.
En el libro se escribe sobre el comienzo poblacional de Uruguay notándose la pasión y el amor que tuvo Ordoñana para con la historia y en particular la de Soriano. Al escribir sobre Villa Soriano la sitúa siempre en tierras del departamento de Soriano.
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