HISTORIA DOCUMENTADA DE VILLA SORIANO

Este blog difunde el libro "Los Indios Mansos de la Banda Oriental -Santo Domingo Soriano, documentada", autoría de Wilde Marotta Castro y publicado en 2001. Más de veinte años de investigación y basado en documentación queda confirmado plenamente que Villa Soriano inició su proceso fundacional en 1624, siendo la población más antigua de Uruguay y que siempre estuvo asentada en territorio de la República Oriental del Uruguay. También aportamos nueva documentación. Puedes acceder al libro en www.villasoriano.com .

martes, 4 de enero de 2022

DOMINGO MARTÍNEZ ORDOÑANA Y SU VERSIÓN DE LA FUNDACIÓN DE VILLA SORIANO EN 1624

 DOMINGO MARTÍNEZ ORDOÑANA


Fue un estudioso de la historia y en particular de Villa Soriano.

Fue presidente y fundador de la Asociación Rural del Uruguay.

Publicó sus conferencias y libros.

Nació en el País Vasco (1829-1897). Su mentalidad empresarial le llevo a comprar y desarrollar la conocida estancia de Ordoñana en Soriano. Ubicó el lugar del desembarco de los 33 Orientales y recibió a Juan Manuel Blanes para pintar en óleo el histórico momento.

Mantuvo correspondencia para intentar rescatar los papeles del Cabildo de Villa Soriano luego de producido el incendio de 1846.

Sobre Villa Soriano dejó escrito: “Las conferencias que motivan esta publicación las dimos días pasados en el espacio de la Asociación Rural y las acompañamos de una interesante carta del señor don Tomás Villalba que servía de autoridad a nuestras narraciones, sobre todo bajo el punto de vista de historia fundamental de la República, que nosotros, desde la más tierna edad, consideramos vinculada a la instalación de Santo Domingo Soriano en 1624. Allí existió un archivo riquísimo que fue lanzado al viento en 1846, cuando el coronel N.N. asaltó aquella población. Aquel archivo, dispersado en todas direcciones, lo reunió el señor Villalba dos años después, con motivo de ser nombrado autoridad superior del Departamento de Soriano y aún cuando puso de su parte la mayor dedicación, no pudo, sin embargo, reconstituir los destrozados libros de su histórico Cabildo, ni los que correspondían al Espinillo y Aldao, ni impedir tampoco que poco después volvieran a dispersarse los muchos documentos que depositó en poder del señor don Sebastián Britos, vecino de aquella localidad. En medio de aquel desorden y de aquel bandolerismo, teníamos nosotros a nuestro inolvidable amigo don Manuel Iglesias que, sabiendo nuestras tendencias y conociendo nuestra particular curiosidad, apartó algo que pudiera servirnos en nuestras inclinaciones. A él debemos el haber conocido la fisonomía del insigne fundador de la sociabilidad uruguaya, Fray Bernardo de Guzmán. Las preciosas relaciones del paraguayo Fray Antonio Aldao. Las del piloto Juan de Alsina y las interesantes actas de la Constitución de las reducciones y las iniciantes del Cabildo de Soriano.

“Aquellos frailes solicitaron la autorización necesaria para instalar reducciones en lo que se empezaba a llamar banda Oriental y concedida por el gobernador de Buenos Aires, con ciertas consideraciones y regalías que facilitasen la ejecución y gradual proceso de las colonias, procedióse, entre los frailes dominicos y franciscanos congregados en asamblea, al nombramiento de la misión que compuesta de ocho individuos a cargo de Fray Bernardo de Guzmán hízose a la vela en el queche “Chaná Aranzazú”, deteniéndose en todos los puntos de la costa del Uruguay en que se divisaban indígenas, lanzando ancla final en un puerto que se nombraba y nombra del Yaguarí y que queda sobre la mano izquierda de la embocadura del río Negro.

De allí saltando en tierra se procedió al reconocimiento de los inmediatos lugares en los que se escogió un emplazamiento próximo para hacer la instalación provisional, cambiándola después y finalmente al punto en que actualmente se encuentra el nombrado pueblo de Santo Domingo de Soriano, señalándose piadosamente el 4 de junio del año del señor de 1624, es decir: 30 años después de refundada la ciudad de Buenos Aires. Hacían parte de la misión los padres Villavicencio y Aldao y componían el personal civil de resguardo los individuos Juan Chamorro, José Albornoz, Pablo Pizarro, Miguel Oyola y un joven querandí llamado Francisco Jara que poseía la facultad de aprender en pocos días los variados idiomas y dialectos de los indios”.

Más adelante: “de estos chanás se ha dicho con toda seriedad, que tenían su habitual morada en las islas del Uruguay, frente a la embocadura del río Negro, que conocían la agricultura, que tenían cierta constitución social de hogar y de familia”.

Esta versión de Ordoñana difiere con los documentos de fundación de San Francisco de Olivares (Santo Domingo Soriano) a partir de la llegada de Francisco de Céspedes como gobernador en setiembre de 1624.

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