Sobre el mismo texto del mismo documento (1666 a Juan de Brito firmado por Martínez de Salazar). ¿Dónde tiene las jangadas (balsas) Alonso Ramírez? Como dice el texto en un sólo lugar. Entonces, ¿cómo interpretar que puede haber maderas en uno y otro lado del río Uruguay?
Si hablamos de la zona de la desembocadura del arroyo Malo (Entre Ríos) como anegadiza y baja, será difícil pensar que allí hay maderas preparadas y menos para ser transportadas por agua, teniendo en cuenta que son maderas destinadas a la construcción de una iglesia en Buenos Aires.Por otra parte, si las jangadas están en un sólo lugar, ¿cómo transportaron las maderas hacia ese único lugar? Se puede pensar que en canoas si estando en lugares cercanos pero ¿cruzar el río Uruguay en canoas con maderas destinadas para la construcción de una Iglesia? ¿acaso no hubiese sido mejor ordenar que una o las jangadas necesarias cruzasen el río Uruguay para buscar las maderas? Esta última hipotética orden no la dio Martínez de Salazar, era imposible y no hacía falta, pues maderas y jangadas estaban ubicadas en el río Negro.
La interpretación es clarísima. Las jangadas, las maderas y la reducción están en la zona de las islas de la desembocadura del río Negro.
Desvirtuamos así, una vez más, la “hipótesis entrerriana”.
Más abajo Martínez de Salazar da las posibilidades a los indios para que, de regreso, puedan hacerlo en sus canoas y o en los lanchones del Rey.
¿Lanchones del Rey a una zona anegadiza, no navegable, como es la parte occidental del río Uruguay y el arroyo Malo en particular?, donde la “hipótesis entrerriana” sitúa la reducción.
En tiempos donde había en la zona sólo dos poblaciones, ¿acaso una de ellas sería fundada en una zona anegadiza, inaccesible, no navegable? Y tengamos en cuenta que comerciaban entre sí y por agua.
CUARTA interpretación del mismo documento que la “hipótesis entrerriana” tiene como base y que, por el contrario, sólo documenta y certifica que Santo Domingo Soriano se hallaba en el río Negro.
1-No usa la hipótesis entrerriana la palabra “reedificar” (más bien la cambia), 2-no admite que “y” usado como sinónimo de lugar es la definición dónde se encontraba Santo Domingo Soriano entonces (en el río Negro) y 3-interpreta que en una zona anegadiza y no navegable se fundase una reducción y hubiera balsas de ocho hombres más maderas para transportarlas por agua.
La historia de Soriano es para admirarla, no para querer desvirtuarla.
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