El establecimiento de San Miguel con indios guaraníes en las islas del río Negro facilitan certificar la existencia de la actual Villa Soriano y la aparición de su nombre definitivo.
Los entredichos entre guaraníes y charrúas-chanás hacen que se dispersen unas 500 almas hasta que en 1664 José Martínez de Salazar manda conservar y poblar las dos reducciones y manda juntarlos nuevamente, siempre en las islas del río Negro. Un religioso dominico se encarga de la tarea y seguramente aquí nace el nombre definitivo de la población: Santo Domingo Soriano ante una nueva “fundación” desde el punto de vista español.
En muchos mapas, incluso muy posteriores, la población seguía llamándose en modo diverso: Assomption, Visitation, Concepción e incluso Santo Domingo o San Salvador. Martínez de Salazar es claro: “en la otra banda del río” y además todo es referencial a las islas del río Negro.
El 23 de junio de 1664 Martínez de Salazar informa al Rey: “... V.M. Me manda en su R. Cédula en el buen tratamiento y enseñanza de los indios y boi en la otra banda del Río aiudando y exforzando con los medios más eficaces y hiab(il)es que puedo a conservar y poblar dos Reducciones rrecien fundadas. La una de yndios de nación charrúas y chanaes llamada Santo Domingo Soriano donde asiste a su doctrina un religioso de la misma orden y laotra San Miguel del Uruguay de nacion guaraníes está por doctrinante un religioso grave de la orden de Nuestra Señora de la Merced rredencion de cautivos; Ha dos años poco más se fundó en otro puesto y por mejorarse sea pasado al que hoy esta”. “Tiene la de Santo Domingo Soriano quatrocientas y veinte y cinco almas de ambos sexos y la de San Miguel y San José 399”.
Teniendo en cuenta la demora en la correspondencia podemos admitir que el Rey sabía de la existencia de la reducción chaná. Martínez de Salazar habla de “la otra banda del río” que no es otra cosa que tierra oriental y a la fecha de la carta la población ya tenía su nombre actual, sin precisarse desde cuando.
Si analizamos la situación de entredichos entre guaraníes frente a charrúas-chanáes convengamos en la cercanía de sus poblaciones (en las islas del río Negro sin dudas), más teniendo en cuenta la inicial ayuda que dieron los charrúas-chanáes para contactarlos con Buenos Aires.
Uno se pregunta, vista la “hipótesis Entre Ríos”: ¿entredichos entre poblaciones alejadas por toda la distancia que significa el río Uruguay? Más cuando en las cédulas reales sólo aparece “islas del río Negro” y “la otra banda del río”. Más razones para acabar con la fantasía de nacimiento entrerriano de Villa Soriano.
Las cédulas reales lo demuestran.
Villa Soriano, una sola historia y documentada.
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